Nuestra historia inicia con la primera generación de Hoffmannianos: Don Pedro Narváez Díaz y su esposa Delfina Pescador. En la primera década de 1900 viajaron de España a México, estableciéndose en la Península de Yucatán. Algunos de sus hijos nacieron en las islas canarias, uno durante el viaje y el resto en México. Nuestro fundador viajaba en una carreta cargada de sus productos, ofreciéndolos en las diferentes poblaciones de la península. Sus preparaciones incluían tabletas, gotas y diversas cremas, pomadas y colirios. Su misión principal era ayudar a los lugareños ya que en ocasiones ni siquiera cobraba la consulta ni el medicamento.